Dios envía obreras

Wirlene Schmechel y Soraya Pereyra fueron instaladas en suscargos de lectoras de la Congregación
Evangélica del Río de la Plata en Alem durante el cutlo del 19 de Febrero

Cuando uno se enfrenta a cambios o imprevistos, parece ser natural el hecho de asustarse y creer que no se va a poder llevar a cabo determinadas  tareas: cuesta ver las cosas desde las oportunidades y solamente observamos las amenazas y las dificultades.

En esas circunstancias nos puede ayudar el consejo y la experiencia de los mayores, que nos pueden decir con sabiduría que cada etapa de la vida puede ayudarnos a crecer y dejar un aprendizaje. En palabras más simples, las dificultades son también una oportunidad de crecimiento y para aprender.
Justamente en ese sentido, hubo muchas preguntas y algo de incertidumbre en el momento en el que el pastor Leonardo Schindler anunció su voluntad de retirarse de la congregación después de casi 13 años de servicio.
Hubo muchas ideas que todavía es necesario ir dándoles forma.
También hubo dos personas que se manifestaron diciendo que estaban dispuestas a poner al servicio de la congregación sus dones: se trata de Soraya Pereyra de la comunidad de Cerro Azul y Wirlene Schmechel de la comunidad de Puente los Toros. Ambas expresaron su disposición de trabajar y colaborar con la congregación dirigiendo cultos y actividades cuando fuera necesario.
Ambas se han estado capacitando durante un largo tiempo en diferentes áreas. En el caso de Wirlene hace algunos años integró el grupo que junto al pastor Pedro Kalmbach se capacitó en el “Proyecto Piloto de capacitación de laicos” y entre otras cosas viene desarrollando un programa radial semanal desde hace más de tres años. En tanto Soraya acaba de culminar el Curso de Capacitación Cristiana, llevado a cabo por la Iglesia a lo largo de dos años en la ciudad de Buenos Aires. Ambas ya han asumido en varias oportunidades la celebración de cultos y estudios bíblicos, entre otras cosas.
Todo esto llevó a que la comisión central haya decidido reconocerlas como lectoras oficiales de la congregación Evangélica del Río de la Plata y por esa razón, en el culto de despedida del pastor Leo las hemos dejado instaladas en sus respectivos cargos.
Claro está que no todo depende de su voluntad y su capacidad. También es necesario la ayuda de cada uno de los miembros. Que las comunidades valoren y acepten el trabajo de ambas. Así,  entre todos podemos ayudar para que sientan alegría al momento de proclamar la Palabra de Dios
Que Dios las bendiga y las acompañe con su amor en esta nueva etapa de sus vidas y que les de siempre palabras sabias para poder acompañar a nuestra congregación con entrega.