El Uruguay no es un río...

Vista del Río Uruguay sobre desde la ruta Costera. Si se hace la represa de Garabí, esto desaparece y en su lugar habrá un lago de agua estancada y con mal olor...

Tal como reza esa canción, pero en el peor de los sentidos imaginados, quieren que el Uruguay deje de ser un río y se transforme en lago estancado y sin movimiento.

Todo está proyectado y se están llevando a cabo los estudios para levantar una nueva represa hidroeléctrica en la Provincia de Misiones, aunque también se habla de dos y hasta de tres emprendimientos de ese tipo a lo largo de unos 100 kilómetros de distancia.

La provincia ya tiene una interesante historia de rechazo a este tipo de desarrollos. En la década de los 90, nueve de cada diez misioneros se expresó negativamente en un plebiscito vinculante que llamaba a votar respecto de la supuesta construcción de la entonces proyectada represa de Corpus, que se hubiera emplazado sobre el Río Paraná. Este dato no es algo menor. Se sabe que los misioneros no quieren más represas y que ya se ha aprendido lo suficiente con los efectos de Yacyretá.

Aún así, en silencio (pero a través de las voces y plumas de algunos comunicadores sociales y medios afines) el gobierno de la Provincia sigue buscando el modo de justificar semejante emprendimiento, que destruiría la economía de miles de familias que habitan y dependen de las margenes del río  y  además rompería el equilibrio ecológico de una gran parte de la provincia, la zona costera del Alto Uruguay, espacio que aún guarda una belleza admirable, que combina la naturaleza, los valles quebrados y el río que va serpenteando haciendo de frontera entre la Argentina y el Brasil.